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REFLEXIONES SOBRE MINDFULLNESS (Atención plena) por Lama Dondrub 

Queremos compartir el artículo escrito por Lama Dondrub y publicado en European Buddhist Magazine (Ver publicación original en inglés). Os dejamos el texto traducido:

\"entrevistaMindfullness o atención plena es una palabra que se menciona cada vez más a menudo en lugares donde no era habitual oír hablar del tema.

Ocurre además que el significado que se le da está tomando matices distintos dependiendo de la persona que la nombra, de manera que nos confunde y a veces parece que se hable de cosas distintas.

La verdad, es que personalmente me ha sorprendido el interés que se ha levantado alrededor de la atención plena en ambientes en los que he vivido durante los últimos años. Como meditador de más de 35 años de experiencia, este uso milenario del Mindfulness me ha hecho sentir incomodo en muchos ocasiones. Experimentando una tensión interna al pensar que un grupo de neocientíficos de la mente al descubrir algo muy básico y, debido a su enamoramiento hacia este descubrimiento, hacen un mal uso de un conocimiento y sabiduría mucho más profunda, de difícil comprensión.

Esta incomodidad fue en aumento en tanto que el mercado adoptó el termino atención plena, Mindfulness, como un producto más, aplicándole  fórmulas de marketing para llegar a más gente y así aumentar las ventas. Este mercado se expandió sin tener en cuenta las medidas de protección y los fundamentos espirituales que durante tantos milenios la tradición espiritual otorgó a estos conocimientos. Este descubrimiento hizo que apareciese en mi cierta tensión mental, y creí que nos acercábamos/abocábamos a una catástrofe religiosa de orden global.

Con el transcurso de los años me he dado cuenta de que esta corriente nueva de la atención plena o mindfullness ha tenido distintos resultados. Como sucede con todos los fenómenos en samsara hacer de la meditación un producto rentable tiene sus pros y sus contras. Por su expansión y valoración parece que se trata de un movimiento que va a perdurar en el tiempo. Tras una primera fase reactiva, que resulta de la novedad, me percato de todos los beneficios que el Mindfulness ofrece al Budismo: Por ejemplo, supone una gran oportunidad para que nuestra Sangha crezca y sea aceptada en sociedad. El hecho de que personas que han sentido rechazo hacia el Budismo, ahora tengan curiosidad e inquietud por los beneficios de la Atención plena (Mindfulness) es una buena señal. Me he encontrado con personas que me han comentado: “Yo no medito, practico Mindfulness”. Esto es fantástico, ¿no os parece?

Creo que una de las causas del éxito que tiene el Mindfulness se debe a su capacidad de conseguir resultados exitosos en un corto periodo de tiempo. Para la sociedad occidental, constantemente bombardeada por información y una gran variedad de hechos, esta capacidad de conseguir resultados inmediatos y de manera efectiva supone un gran estímulo para perseverar en una práctica o técnica. La aplicación del Mindfulness en el mundo académico ha requerido de una continuo estudio y seguimiento de los cambios que produce, con datos verificables y objetivos.

Otra de las razones del éxito de los programas de Mindfulness ha sido su idoneidad en lo referente a los estados de mente de la sociedad occidental. Recuerdo que durante el Congreso de Maestros Budistas del 2015 que tuvo lugar en la ciudad de Nueva york, John Kabat-Zinn nos contó que le llevaron muchos años que su programa fuera aceptado en el mundo académico de la medicina. Durante más de una década se esforzaron en demostrar los beneficios de la meditación en la mente humana, y aun así, muy pocos psiquiatras y psicólogos aplicaron los métodos de la meditación en sus tratamientos. Así llegamos a un nuevo valor causal de la propagación del método, la ineficacia de ciertos medicamentos para tratar el estrés, junto con los efectos secundarios que resultan de su ingesta. Creo que como resultado del blindaje de estos círculos académicos a cualquier innovación, nació la necesidad de  separar la idea del Mindfulness de la meditacion propiamente dicha, ya que esta última tiene unas connotaciones religiosas mas cercanas a la superstición y por lo tanto, se alejan del reino de lo científico-pragmático.

También creo sinceramente que el éxito del Mindfulness no supone un obstáculo para la correcta expansión del Buddha Dharma. Todo lo contrario, si somos capaces de canalizar la curiosidad y la apertura que genera en el mayor número de mentes que lo practican, más y mas gente descubrirá el verdadero significado de la meditación y el crecimiento espiritual.

En mi caso, siempre que me encuentro con personas que practican el Mindfulness, intento explicarles que lo que diferencia esta práctica de las enseñanzas de Buda es simplemente el para qué, los objetivos que nos mueven, la motivación. Está claro que la meditación nos puede ayudar a ser mejores personas y a manejar el estrés de forma más hábil, pero para los Budistas la habilidad de gestionar nuestro estrés no es la meta final. El Budismo nos muestra que la experiencia de nuestra vida depende totalmente del estado mental. Y una mente distraída es incapaz de descubrir la capacidad innata de la consciencia.

Utilizando la clásica metáfora que asimila a la mente ofuscada por los pensamientos, las sensaciones y las emociones con una habitación a oscuras, podemos ver el Mindfulness como un flash, o destello. Imagínate que vives en ese lugar oscuro durante mucho tiempo y de repente un buen día, descubres un destello de luz. Podría ocurrir fácilmente que utilices ese destello para cubrir tus necesidades, y que te lleve un tiempo darte cuenta que todas esas necesidades que tienes se deben al hecho de que todavía habitas esa misma habitación oscura.

En nuestra vida nos puede ocurrir algo similar. Sin el conocimiento correcto, utilizamos toda nuestra inteligencia en cubrir y solucionar  necesidades presentes y futuras, horas y horas, olvidándonos de aplicarnos para hallar el verdadero camino hacia la liberación de nuestro sufrimiento. Este estado, libre de ignorancia, es la base para la expansión infinita de la conciencia.

La ignorancia del funcionamiento de la mente genera sufrimiento. Y este sufrimiento es el que dirige nuestras actividades a diario.
Así es como nos encontramos huyendo de éste o buscando lo opuesto, que es el placer compensatorio. Pero cuando somos capaces de combinar la atención plena con la atención vigilante y atenta y ambas se entrenan para estar presentes continuamente en el mismo nivel de consciencia, este estado prolongado de la consciencia nos permite descubrir sus tres cualidades: la luminosidad, el vacío y su inseparabilidad.

La persona que tiene la experiencia directa entiende que ese es su estado natural, y que si lo perdemos es debido a los hábitos, tendencias y creencias que tenemos en nuestras mentes desde el principio de los tiempos y que han sido consolidados como nuestros debido a los automatismos y a nuestra ignorancia.

Un maestro budista podría aconsejarnos con algo así como:
Ilumina con la atención plena el camino de la liberación y más allá. Entrénate para impedir que nada de lo que percibas te distraiga de lo que es realmente importante. Haz que tu luminoso estado consciente inspire a todos los seres sintientes que te encuentres para que alcancen el mismo estado de Felicidad.

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