Cuando decidí hacer este curso me encontraba en un momento de dudas, inseguridad y ciertas angustias en mi vida, necesitaba una ayuda para encaminarme.
He dedicado muchos años a cuidar a mis hijos y desconectada del mundo laboral, me sentía estancada. Soy masajista desde hace doce años, pero no me decidía a volver quizás por inseguridad, falta de dedicación.
Con la meditación he aprendido y sigo aprendiendo cada día: seguridad, a controlar muchas situaciones en la vida que antes me angustiaban y ahora no son nada, serenidad, calma mental, a escuchar a los demás, iniciativa y cada semana voy aprendiendo cosas nuevas. Hoy soy masajista, con proyectos, priorizo las cosas importantes, escucho más a mis hijos, disfruto cada momento del día, me siento cada vez más feliz.
Gracias César y a los que os dedicáis a hacer más felices a los demás, porque yo ahora me siento parte de ellos.