Más que un curso, el GIM (Grupo de Investigación en la Meditación) es una experiencia de vida que me permite trabajar en mí y además, aprender de la vivencia compartida con el grupo. Es un sistema que me permite integrar cambios de hábitos, de visión, de forma de vivir, sentir y expresar de una forma natural, con el trabajo diario, sin que me suponga un esfuerzo y que se implementan para quedarse.
Además, el hecho de que las clases sean online, me permiten adaptar la formación a mi horario y mis posibilidades de desplazamiento y la energía de grupo se siente igual, aunque sea a través de la pantalla. Nos escuchamos, nos sentimos y generamos energía conjunta aunque estemos separados por miles de kilómetros gracias a la sabia dirección de César, que maneja la energía de grupo y nos hace participar, reflexionar, cuestionar…
Sin duda, después de muchas formaciones en diferentes herramientas de crecimiento personal, en mi opinión es el GIM el sistema que me está aportando mayores cambios y una nueva visión que me permite observar sin reaccionar de forma impulsiva aportándome más serenidad, calma, objetividad y felicidad.