Los cursos del GIM fueron un aprendizaje para evolucionar, era como ir subiendo pisos cuando acababas un Paso, cogías aire para ir subiendo los escalones hasta llegar al siguiente rellano, conforme subías la ascensión era más fluida, sentías como iba aflorando todo lo que había en tu interior, poco a poco se iba consolidando la paz y la fuerza interior, la seguridad, la armonía, la empatía, el control emocional, la felicidad por lo que tienes y eres, y el agradecimiento consciente a todo y por todo lo recibido.